El ‘gap’ de la movilidad sostenible

ana torralba
2 min readMay 19, 2021

La semana pasada, después de más de un año de pandemia, por fin iba tenía una master class presencial con un grupo de 30 emprendedores. Era en UFIL Cuenca, así que tocaba coger el AVE temprano. Y como iba ‘apurada’ de tiempo, decidí coger un taxi. Eran las 6.45 am y la M-30 ya iba ‘cargadita’ de coches. Y le pregunté al taxista cómo veía el tráfico de Madrid. “Pues como antes del Covid-me contestó-. Yo no sé de dónde sale tanto coche si se supone que la gente está teletrabajando. Y esto no es nada, a la hora de comer hay atascos como ‘los de antes’. Pero al menos hay ‘movimiento’ de gente, que eso es bueno para la economía”.

Yo seguía escuchando y observando por la ventanilla todo ese movimiento…últimamente intento resistir la tentación de dar sermones y consejos sobre lo que creo que deben ser las cosas.

Porque si algo he aprendido después de más de 10 años es que una cosa es la teoría de cómo mejorar la movilidad urbana y otra, lo que pasa en la práctica; lo que pasa en la calle (ojo a todos ‘entrecomillados’ que he ido dejando entre líneas, ni más ni menos que lo que pensamos).

Lo que hace la gente. Lo que hago yo, cuando estoy ‘apurada’ y cojo un taxi en vez del metro. Lo que hace mi vecina el día que le toca ir a la oficina y coge su coche porque “le da miedo coger el metro por el Covid”.

Lo que hace mi hermana, que se compró un coche juso antes de tener a su bebé (eléctrico, eso sí) porque el bus lanzadera que le pone la empresa para ir a sus oficinas en el polígono de las afueras tardaba 1 hora y la parada estaba a 5 min caminando…y ella ‘ahora quiere’ llegar cuanto antes a casa para estar con su niño- y en coche tarda 15 minutos.

Y es que para que ese Plan de movilidad funcione; para que esa Estrategia de ciudad sostenible se sostenga tenemos que empezar por hacernos cargo de esas creencias (tráfico=movimento de la gente=activación de la economía); necesidades no satisfechas (necesito llegar rápido; el bus no pasa por mi puerta) y perpeciones de las personas (me da miedo ir en metro).

Escuchar y escuchar. Menos sermonear y más predicar con el ejemplo. Aprendemos por imitación.

Comunicar bien esas medidas para que yo entienda qué gano si hago el esfuerzo (que lo es) de moverme de forma más sostenible (aparte de luchar contra el cambio climático, que ese mensaje ‘se me hace bola’).

Y ponérnoslo fácil (asequible y accesible) a las personas para cambiar a rutinas más sostenibles. Si no, va a ser difícil que salvemos ese ‘gap’, esa brecha entre lo que debe ser y lo que es.

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ana torralba

Mother of 3, disruptive, passionate about social innovation applied to climate change